Los primeros entrenos de Salvador Ruiz

Sin duda, los primeros años de juventud fueron clave en la carrera deportiva de Salvador Ruiz, probó las pesas, el boxeo o el ciclismo, destacó en todos pero eligió su gran pasión: el culturismo.

Salvador Ruiz, con apenas 15 años. Foto gentileza de Salvador Ruiz, digitalización Agencia Febus.

En aquelllos primeros años 60, Salvador Ruiz, con apenas 12 años, se fabricó unas unas pesas de cemento, en su pueblo natal (Armagasilla de Alba), fue la manera de mejorar su fuerza y ganar apuestas a sus convecinos que le retaban a levantar peso. Gracias a sus rudimentarios, pero efectivos entrenos, Salvador comenzó a ganar a todos los que le retaban y se hizo muy popular por sus gestas.

Practicó muchos deportes destacando en todos ellos. Llegó a competir en ciclismo y en boxeo pero al final eligió que su especialidad deportiva fuera el culturismo.

Salvador Ruiz, practicando boxeo. Foto revista Deporte y Salud, digitalización Agencia Febus.

Salvador Ruiz era consciente que quería mejorar su desarrollo muscular y que para ello tenía que irse donde estaban los mejores maestros en cultura física. Primero anduvo por Barcelona donde compaginaba su trabajo de camarero en la caferteía Las Ramblas con los entrenos pero no le gustó mucho la experiencia por lo que se decidió marchar a Madrid. Allí, trabajó de cocinero en el bar El Brillante, en el barrio de Vallecas, y se apuntó en el gimnasio Vallecas. Poco después empezó a competir. Él mismo nos contó que lo hizo en el primer Mr. Madrid, que se celebró en 1965, de forma clandestina, pues el culturismo en aquella época de dictadura no era bien visto por las autoridades franquistas y temían por su seguridad. Por ese motivo colocaron a dos personas en la puerta para vigilar por si venía la policía.

Fotografía de la revista Las Pesas, digitalización Agencia Febus.

A partir de ese momento Salvador Ruiz empezó a entablar amistad con la flor y nata de los culturistas que andaban por la capital, entre ellos, Pepe Viñas, Carlos Flórez, Adolfo Robles, Eduardo Franco, José Luis Ayestarán o Baldo Lois. Pasó a entrenar al gimnasio Heracles que dirigía Dino Camerlengo, un actor italiano que trabajó en películas de gladiadores, que se afincó en Madrid y que fue el promotor más importante de competiciones de culturismo durante dos décadas. Después, de la mano de Pepe Viñas, empezó a entrenar en el Gimnasio Muvia, otros histórico centro, comandado por Jesús Mario Muñoz, Eduardo Franco y el mencionado Viñas.

Salvador Ruiz, Pepe Viñas y Jaime Pérez, gimnasio Muvia. Foto gentileza de Pepe viñas, digitalización Agencia Febus.